domingo, 6 de noviembre de 2011

Cantinas

Reconozco que me encanta vagar por el centro, por el rumbo que sea, conocido o no, siempre me siento en mi ambiente. Pero también debo reconocer que, y cada vez con más frecuencia, veo una decadencia nueva con la cual no me identifico, la cual me molesta. Sé que el centro está siendo destruido, ¿pero con tal descaro, con esa premura y sin nadie que diga pío? Me deprimo, inútilmente, lo sé. La vorágine tiene su propio ritmo y yo sólo puedo ser una espectadora más. Así que mejor me hago silencio, por ahora.

3 comentarios:

Rafael Aviña dijo...

Hola Bibiana.
Coincido plenamente contigo. De hecho, esta destrucción anímica y física del Centro Histórico, así como la proliferación de un habitante del Centro cada vez más burdo, ignorante, agresivo y valemadres, más la corrupción de unos y otros (me refiero a las autoridades),son parte de la novela que escribí y espero publicar el año que viene. La devastación del Centro me duele porque vivo aquí, porque aquí crecí y porque adoro el Centro lo amo y también lo alucino con todos estos horrores. Un abrazo y felicidades por tu blog. UN abrazo también para JM.
Rafael Aviña

Bibiana Camacho dijo...

Querido Rafael,

Qué gusto y sorpresa encontrarte por aquí. Ya quiero leer tu libro, muchos hablan de la "recuperación del centro histórico", pero yo cada día lo veo peor y sobre todo por los habitantes como bien dices. En fin, te dejo un abrazo y otro de JM.

rafael aviña dijo...

Querida Bibiana. Un abrazo enorme para ti y JM. DE nuevo felicidades por el blog, deseo que siga adelante y que este Centro Histórico no se venga para abajo aunque todo indica que se colapsará en poco tiempo. UN beso y sigamos escribiendo
Rafael Aviña